Existen varios casos sobre lo que sucede cuando un país no puede pagar sus deudas. Esto afecta a toda la economía, comenzando con la década perdida de los 80’s en la economía de latinoamerica, y terminando con la crisis griega, por ejemplo. Joseph Stiglitz y Hamid Rashid mencionan esto en el sitio web de VoxEU. Según ellos, todavía estamos en una crisis de deuda. Esta es una crisis que podría significar desempleo para millones de personas y generar inestabilidad en todo el mundo. ¿Qué solución proponen los economistas?
Opinión de Joseph Stiglitz sobre la economía
La actividad económica está moderada en una larga lista de países; los ingresos fiscales están cayendo drásticamente y “muchos países se verán obligados a incumplir”. Otros intentarán evitarlo limitando el gasto en atención médica o apoyo social, y otros se endeudarán más. Esto se verá facilitado por la política de los bancos centrales y el aumento de la oferta de liquidez. Sin embargo, en algunos casos, solo será un retraso de lo inevitable.
Esta pesadilla puede cambiar si actuamos rápidamente. Según Stiglitz, es fácil entender dónde está la base de la crisis actual. La flexibilización cuantitativa ha provocado un fuerte aumento de la deuda en los países de ingresos más bajos.
Según el economista, las deudas gubernamentales son más riesgosas que el endeudamiento de las instituciones internacionales. Principalmente porque los acreedores pueden empezar a venderlos muy rápidamente. Eso podría provocar un debilitamiento del tipo de cambio, con los consiguientes problemas a gran escala en toda la economía.
Stiglitz advirtió ya en 2013 que “los mercados financieros, junto con los gobiernos , están sentando las bases para otra crisis de deuda”. Dijo que esto ha sucedido, ya que muchos países no pueden pagar sus deudas.
De manera similar, las Naciones Unidas están pidiendo la restructuración de la deuda de los estados más pobres. Sin embargo, estas propuestas no son comprensibles por parte de los acreedores privados. Al mismo tiempo, si solo las instituciones internacionales perdonaran las deudas, en última instancia beneficiaría a los acreedores de la restructuración de la deuda.
Solución a este problema
La única solución es un trámite que incluya acreedores privados. Ellos no estarán dispuestos a cooperar sin “una acción decisiva por parte de los países en los que se pacta la deuda”. Sin embargo, incluso si esto sucediera, la restructuración de la deuda se suspendería y se ganaría tiempo, aunque esto no resolvería el problema sistemático del sobreendeudamiento.
Según Stiglitz, la verdadera solución es la restructuración de la deuda. Y no debe ser a medias y tardío. “A un rediseño inadecuado le sigue una mayor reorganización, y esto está trayendo un enorme sufrimiento a quienes viven en países endeudados. A la larga, incluso los acreedores pierden la pista”, dice el economista. Y agrega que afortunadamente existe una alternativa: las recompras de bonos por parte del gobierno.
Stiglitz también dice que la compra de bonos tendrá precios significativamente más bajos. Reducirían tanto la carga de la deuda del país como el riesgo asociado con el comportamiento de los acreedores privados.
El programa de adquisiciones, apoyado por el Fondo Monetario Internacional, también podría servir para promover objetivos particulares, como la inversión en el sistema de salud. Los fondos que el país ahorraría en bonos tendrían que gastarse en atención médica en el marco del programa.
Stiglitz cree que el FMI tiene recursos para el programa. Podrían utilizar “fondos adicionales de un consorcio de países e instituciones multilaterales”. Sin embargo, a largo plazo, deberíamos aspirar a crear mecanismos de restructuración uniformes. Esto debería “seguir el modelo de la legislación estadounidense sobre quiebras”.
Mercados internacionales de capital
El economista también piensa que socavarían el funcionamiento de los mercados internacionales de capital. Esta es una objeción común a los programas de Stiglitz. Aunque la experiencia es diferente. Dijo esto principalmente porque “el agua no puede exprimirse de la piedra”. En otras palabras, la restructuración de la deuda se llevará a cabo de todas formas, es solo cuestión de si será de manera caótica u ordenada.
Por lo tanto, lo que propone Stiglitz beneficiaría a los mercados de capitales. Sobre todo porque con ello se conseguiría la máxima estabilidad posible. Más importante aún, el programa ayudaría a la gente corriente. Esto se debe a que la pandemia trae una “necesidad urgente por la restructuración de la deuda”. Según el economista, las herramientas están ahí, es solo una cuestión de voluntad política.