¿Qué son las criptomonedas? Básicamente son una especie de dinero moderno en forma digital o electrónica. El representante más antiguo y conocido de las monedas virtuales es Bitcoin, el cual tiene una posición de liderazgo entre las otras criptomonedas, como Ethereum o Litecoin, por ejemplo. Y todavía se sigue fortaleciendo.
Origen e importancia de las criptomonedas
La historia de las monedas virtuales en Internet se remonta a la década de 1990. En ese entonces, se crearon proyectos como e-gold o beenz.com. Aunque estas eran atacadas constantemente por hackers e intervenciones de las regulaciones estatales.
Los creadores de Bitcoin aprendieron del fracaso de estos proyectos. Crearon un sistema monetario alternativo inmune a los ataques de por parte de hackers, las caída del mercado de valores y la intervención de las autoridades o los bancos centrales. Al mismo tiempo, iba a ser una moneda corriente o un medio para depositar capital de forma segura.
El sistema de una de las monedas virtuales más populares, Bitcoin, se basa en un software de código abierto. En consecuencia, fue bastante fácil copiarlo e imitar su código. Con el tiempo, se crearon otras criptomonedas. Por otro lado, su esfuerzo por lograr un éxito similar al de Bitcoin fue en vano.
Las monedas virtuales como Bitcoin no tienen un precio uniforme. Se cotizan en la bolsa de valores y oficinas de cambio. Esto también depende de la volatilidad. La diferencia de precio puede variar incluso en varios cientos de dólares.
¿En que principio funcionan las criptomonedas?
La base de un sistema autónomo y descentralizado de criptomonedas es simple. Es una red de computadoras interconectadas entre miles de usuarios. Siempre que se produce una transacción en la red, es autorizado por todas las computadoras del sistema. De esta forma, se van formando bloques de transacciones de forma paulatina. Representa una especie de libro de contabilidad virtual.
Después de completar el bloque (o “libro mayor” imaginario), se bloqueará con una clave de código especial. Esta es una huella digital que aparecerá en el siguiente bloque. Entonces, se crea una cadena de bloques. Para falsificar estos números, sería necesario revelar las claves de todos los bloques. Al menos los que han aparecido en la cadena desde entonces. Por lo tanto, el riesgo de fraude se minimiza significativamente.
Las computadoras de los usuarios proporcionan la autorización y el cifrado de los bloques. Estas son operaciones matemáticas bastante complejas. Exigen mucha energía y rendimiento. Los usuarios son recompensados con una parte de los bitcoins emergentes. A dicha extracción de criptomonedas se le conoce como “minería”.
La minería de Bitcoin ha perdido su importancia
Según la empresa analítica Fundstrat, la minería de criptomonedas no genera ni un centavo para los cazafortunas de Internet. La electricidad consumida sería tan cara como el valor de una moneda virtual.
Además, en septiembre de 2019, se documentó que la minería mundial de criptomonedas a través de aplicaciones consumía aproximadamente 18.8 gigavatios de electricidad. Esto equivale, por ejemploe, al consumo energético anual en Polonia. Al mismo tiempo, al de las emisiones de 800 toneladas de dióxido de carbono (CO2) gas de efecto invernadero.
La tasa de criptomonedas está fluctuando
Las monedas digitales se han convertido paulatinamente en un fenómeno que se ha vuelto de interés para el público en general. Gracias al crecimiento vertiginoso del valor de Bitcoin, algunos inversionistas de Bitcoin lograron hacerse fabulosamente ricos. Aumentó en un 2,700% solo en 2017. Por supuesto, otros también querían esto.
Sin embargo, el año 2018 marcó una fuerte caída para las criptomonedas y trajo una desagradable sorpresa para muchos inversionistas. Bitcoin perdió tres cuartas partes de su valor en un año. Otras criptomonedas, como Litecoin y Ethereum perdieron valor de la misma manera.
Bitcoin alcanzó gradualmente su precio más bajo de $3,000 dólares en 2020. Esto como resultado de las correcciones en todo el mercado de criptomonedas entre 2018 y 2019. Sin embargo, a fines de este año, el precio de Bitcoin comenzó a subir rápidamente una vez más. Su valor subió drásticamente a casi $30,000 dólares. En la primera quincena de enero del 2021, Bitcoin superó los $40,000 dólares por primera vez. La moneda se negoció a $41,940 dólares en su máximo absoluto.
El precio de las criptomonedas a menudo se ve afectado significativamente por la publicidad. Por ejemplo, el cofundador de Tesla, Elon Musk, ayudó a que Bitcoin creciera. Esto a finales de enero de 2021, en un récord del 20% y con solo escribir #Bitcoin en su perfil de Twitter.
Más tarde, el precio de Bitcoin volvió a subir cuando el fabricante de autos eléctricos de Tesla invirtió $1.5 mil millones de dólares en febrero de 2021. Unos días después, Bitcoin rompió otro récord, alcanzando más de $48,000 dólares.